noviembre 21, 2024

Los contratos inteligentes son programas informáticos, o scripts, que se desarrollan para ser almacenados en una cadena de bloques, y que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen las condiciones predeterminadas y según los parámetros definidos en el mismo contrato. La utilidad de los contratos inteligentes es para automatizar la ejecución de un acuerdo, o un flujo de trabajo, donde los participantes pueden estar seguros del resultado y sin necesidad de intermediarios.

Por ejemplo: Los términos, condiciones y parámetros se codifican mediante un lenguaje de programación en un documento de texto, luego el documento se almacena en la cadena de bloques y cuando se cumplen las condiciones específicas descritas en el código, el contrato inteligente se ejecuta automáticamente, una vez que se ejecuta el código no se pueden deshacer ni modificar las acciones ya hechas por el contrato. Las acciones a realizar pueden ser: Liberar fondos a un tercero, registrar un bien, emitir un boleto, etc. Luego, la cadena de bloques se actualiza cuando se completa la transacción. Eso significa que la transacción no se puede cambiar y solo las partes involucradas pueden ver los resultados.

Dentro de un contrato inteligente pueden haber tantas estipulaciones como sea necesario para satisfacer a los participantes, con la seguridad de que la tarea se completará satisfactoriamente.

Los contratos inteligentes ofrecen un gran beneficio al permitir que se realicen transacciones y acuerdos entre partes que pueden no confiar plenamente entre sí. Esto significa que no hay necesidad de una autoridad de terceros, un sistema legal o un mecanismo externo para supervisar el proceso, además permite la ejecución anónima de acuerdos.

Es importante tener en cuenta que, si bien los contratos inteligentes a menudo se asemejan a los contratos legales tradicionales e involucran acciones entre las partes, no son documentos legales en sí mismos.

Fuente: Traducido y adaptado desde https://medium.com/qanplatform