Los tokens respaldados por activos son tokens digitales que sirven como representaciones de activos del mundo real, como oro, petróleo crudo, bienes raíces, acciones y soja.
El valor de estos tokens está directamente relacionado con el valor del activo físico subyacente que representan.
Estos tokens suelen clasificarse como valores por los reguladores financieros. Cuando posee un token respaldado por activos, significa que tiene un derecho sobre el activo físico correspondiente. Dependiendo del activo, también puede esperar rendimientos futuros a medida que el valor del activo aumenta.
Los tokens permiten la transferencia de propiedad sin necesidad de mover físicamente los activos, lo que hace que las transacciones sean más eficientes y rentables. Las empresas pueden usar tokens respaldados por activos para recaudar capital ofreciéndolos como instrumentos de capital, siguiendo las regulaciones financieras.
Alternativamente, los activos existentes pueden tokenizarse y venderse a inversores individuales, ofreciéndoles la oportunidad de invertir en activos del mundo real sin la molestia del almacenamiento físico o el intercambio. Esto reduce la fricción comercial y los costos logísticos.
Los tokens respaldados por activos brindan una opción financiera alternativa que combina la liquidez digital con el valor de los activos tangibles, ofreciendo una solución a los problemas causados por monedas inestables o mercados bursátiles impredecibles. Permiten a los inversores almacenar valor independientemente de las monedas fiduciarias tradicionales que son propensas a la inflación.