Los contratos inteligentes se los conoce con el nombre de aplicaciones descentralizadas, también de forma resumida se las llama por su acrónimo en ingles dapp, y como ya hemos visto en las cápsulas anteriores la operación de una cadena de bloques, ahora podemos entender sin problemas cómo una dapp se almacenan en una blockchain, por lo tanto podemos decir que una dapp no se almacena ni se ejecuta en un servidor central de una empresa o gobierno, sino que está distribuida tal como la cadena de bloques que la almacena.
Una dapp se caracteriza generalmente porque puede ser de código abierto, esto quiere decir que cualquier persona puede revisar la lógica de funcionamiento, además es descentralizada, y es criptográficamente segura.
Las dapps constan de dos componentes importantes: el frontend y el backend. El frontend es responsable de la interacción con el usuario, mientras que el backend es esencialmente la lógica del contrato inteligente.
La principal ventaja de elegir usar una dapp, por sobre una aplicación tradicional, es que las aplicaciones tradicionales usan una arquitectura centralizada, donde los datos se almacenan en servidores controlados por una sola entidad. Esta configuración centralizada es un punto de falla que la hace vulnerable a problemas técnicos y ataques maliciosos. Por otro lado, las dapps ofrecen una calidad de servicio similar a las aplicaciones normales, y se benefician de la descentralización y robustez de la cadena de bloques, incluido un alto índice de disponibilidad, con resistencia a la censura y a la corrupción.
Las dapps vienen en varias formas y sirven para diferentes propósitos, pueden incluir plataformas de juegos, redes sociales, billeteras de criptomonedas y aplicaciones financieras como finanzas descentralizadas (DeFi).
Fuente: Traducido y adaptado desde https://medium.com/qanplatform